Recuerdos que se gatillan a partir de un aroma o una imagen que enciende una sensación indescriptible y te hace viajar a la velocidad de la luz a un pasado que ya creías olvidado, pero que esta ahí, incrustado en tu ser, grabado a fuego en alguna parte de tu memoria solo esperando el momento adecuado para hacerte revivir.
Los recuerdos viven con nosotros, buenos o malos, están ahí, se escriben con tinta indeleble y son parte integral de nuestras vidas.
Cada vez que experimentamos una situación agradable, deliciosa para nuestros sentidos, deberíamos preocuparnos de atesorarla y vivirla al máximo, de experimentar cada detalle, de estar consciente del momento de felicidad que estamos viviendo de tal forma de poder revivirlo y disfrutarlo cada vez que podamos.
Vivir es un regalo, todos deberíamos estar conscientes de esto y hacer lo que se debe hacer con esta vida.. Vivirla!
Una mañana el mar, las olas el sol acariciando tu cara.
El aroma de un café la mirada perdida en el horizonte el viento jugueteando con tu pelo.
No digas nada déjame contemplarte y atesorar este momento.