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30 de julio de 2017

Almas Gemelas


Cuando la vio caminar entre la lluvia que caía sobre el callejón, pensó que era una visión, un truco de su mente que le hacia evadirse de la realidad que le rodeaba.

Había salido a caminar para despejar su cabeza de la monotonía del día. Era un callejón solitario. Edificios con muros de piedra gastados por el tiempo, la lluvia y el viento rodeaban el espacio. Aun cuando conocía esa ciudad como la palma de su mano, sentía que estaba en un lugar desconocido.

Cerró los ojos con la esperanza de que esa visión desaparecería y poder recuperar la cordura. Sin embargo al cerrar los ojos escuchó el sonido de los pasos que se dirigían a él.

Abrió los ojos y la vio venir con paso decidido, acercándose directamente hacia él. Era una mujer desconocida, de cabello negro y largo. Llevaba un vestido rojo que contrastaba con su cabello. Por más que trató, no pudo ver su cara, pero algo le hacia sentir que la conocía…

Podía sentir el aroma de su perfume desde la distancia. Sus recuerdos se arremolinaban en un huracán de imágenes que se presentaba en su cabeza. Cerró los ojos nuevamente y sintió una caricia sobre su espalda. Conocía esas manos, sus recuerdos seguían alborotándose en un curiosa y agradable confusión.

Por más que intentaba salir de ese trance en el que estaba, la imagen de esa mujer lo jalaba como un vórtice descontrolado. Su pulso se aceleraba, no lo podía evitar. Sintió su boca cerca del cuello y un susurro casi imperceptible que le decía, fuimos y volveremos a ser. Encuéntrame cuando sea el momento…

La lluvia se detuvo, las nubes dieron paso al sol del atardecer que dibujaba con su tonos arrebolados sobre ellas.

Abrió los ojos. Ya no había rastro de aquella mujer. Solamente un recuerdo grabado en el corazón y la esperanza de volverla a encontrar, tal vez en una siguiente vida.
ホセ

26 de junio de 2017

Conocí una Sirena


Cada mañana, apenas clarea el alba la veo pasar camino a la playa. Mientras estoy tomando mi café, pasa frente a la ventana con religiosa exactitud y su pelo ensortijado peinado por el viento.

Trabajo desde casa y por mi formación de ingeniero estructurado y planificado, he desarrollado una disciplina para poder producir y desempeñarme bien en las responsabilidades a las cuales estoy asignado. Así es que tengo mi horario para desayunar, almorzar, empezar y terminar mi jornada, además de descansos programados dentro del dia. Cada dia de la semana está programado con anterioridad y mi vida transcurre sin contratiempos. 

Esa noche, tal como estaba marcado en mi calendario, la luna llena se asomaba en todo su esplendor sobre los cerros de mi pueblo. Un espectáculo maravilloso que sin duda disfruto cada veintiocho días. 

Mientras miraba la luna asomar, empecé a sentir una brisa en mi cara. Una sensación agradable sin embargo desconocida. Ese viento nunca lo habia sentido antes y empezaba a intensificarse aún cuando el informe de meteorología no lo anunciaba.

Desperté un par de veces en la noche con el sonido de las ramas de los árboles golpeando contra mi ventana. Definitivamente, ese viento era diferente.

Al despertar, sentí un silencio profundo a mi alrededor. Ya al abrir los ojos y terminar de despertar, me di cuenta que había una falla de electricidad, por lo que todos los artefactos eléctricos estaban fuera de servicio. Eso incluía mi computador y la conexión a Internet.

Malas noticias, mi planificación de la semana se derrumbaba con este acontecimiento…

Mientras preparaba desayuno, la vi pasar nuevamente rumbo al mar. Esta vez su pelo brillaba de una forma diferente, muy llamativa. Mire como se alejaba mientras mi cabeza pensaba en como recuperar el tiempo perdido de trabajo.

Trate de ordenar algunos papeles, pero la imagen de su pelo acariciado por el viento estaba grabada a fuego en mi cabeza. Era imposible concentrarse en otra cosa que no fuera su imagen.

No pude evitarlo, salí caminando tras su huella en dirección al mar, con la esperanza de verla nuevamente. 

Recién amanecía, los primeros albores de luz empezaban a dibujar azules y violetas sobre un telón negro con estrellas. Era un espectáculo maravilloso que nunca había visto, pues a esa hora ya estaba enfrascado en computador.
Seguí caminando y al acercarme al mar, me recibió la luna llena, inmensa y en su camino a esconderse en el mar. Me detuve, todos mis sentidos se concentraron en disfrutar el momento y mientras la veía posarse sobre el horizonte, noté una silueta recortada contra la luna.

Era ella, la misteriosa mujer de cabellera brillante que delicadamente se despojó de su vestido y con gráciles movimientos se zambulló en el océano y empezó a nadar hacia la luna mientras en mi cabeza sonaba una dulce melodía. Cerré los ojos y me deje llevar por el momento, olvidándome completamente de mi trabajo. Cuando abrí los ojos, ya no había rastro de ella.

Después de ese día, nunca más volví a ver sus cabellos pasar frente a mi ventana. He regresado a esa playa innumerables veces buscando algún rastro, pero ha sido en vano.

En noches de luna llena mientras veo la luna aparecer sobre los cerros, siento esa brisa especial y esa melodía vuelve a inundar mis sentidos. 

Nunca supe quien era, nunca más la volví a ver. Ya tampoco soy esclavo de la planificación y  cada vez que cierro los ojos y hago una pausa, vuelvo a ver su pelo brillar y a escuchar esa dulce melodía.

Conocí a una sirena que, contrario al mito, me salvó de naufragar en el abismo de la vida moderna y el trabajo.

ホセ


Participación en El poder de las letras

17 de abril de 2017

Puerto Anacrónico




El tiempo se detiene. Miro a mi alrededor y la gente se esfuma en la quietud de la tarde.

Ya son muchos años desde que te recorrí por primera vez y cada vez que regreso, me vuelvo a enamorar.

Los colores pierden su significado, las sensaciones no entran por la vista, sino por la piel.

Ciudad que atrapa, nadie queda indiferente ante ti. Podrán amarte u odiarte, mas nunca ignorarte.

Te llevo bajo la piel.

Vives en mi y yo renazco en ti.

ホセ

Más alla del horizonte




En tierra sus maderas se resecan bajo los rayos del sol de cada día que pasa.

Aquel que fue rey de las mareas, hoy se ha convertido en un espectador más de la inmensidad del mar.

La nostalgia lo invade. Solo las gaviotas que se posan sobre el logran recordarle su glorioso pasado.

Cada invierno que pasa, la lluvia rejuvenece su casco y le hace sentir vivo nuevamente, hasta que las nubes se apartan y el sol se hace presente.

Fue un invierno cualquiera. Las nubes abrieron su compuerta y dejaron fluir todas aquellas lagrimas contenidas por años de observarlo prisionero de su destino.

Tal era la intensidad de aquella tormenta que el agua corría imparable desde los cerros al mar, arrastrando todo a su paso.

El agua de los cielos le hizo despertar. El caudal corriendo a su lado le remecía y recordaba su época de gloria en que remontaba las fieras olas del mar de invierno.

Se sintió vivo nuevamente. No quería abrir los ojos por temor a despertar de un sueño, pero la sensación era tan real que no pudo evitarlo.

Estaba oscuro, no sabía donde estaba ni con que rumbo navegaba. Sin embargo reconoció sin un ápice de duda la salobre caricia en su proa.

Sin pensarlo, enfrentó al viento y la marea apasionadamente, sintiéndose renacer mientras remontaba aquella pared de agua que en su juventud habría evitado.

Sus velas tersas vibraban, su quilla brillaba mientras el crujir de las maderas se confundía con un grito de felicidad y el romper de la ola.

Al día siguiente, solo quedaban en tierra las amarras que lo mantuvieron prisionero por tanto tiempo, como mudo testigo de su imponente viaje, más allá del horizonte.

ホセ

26 de septiembre de 2016

Farol


Noche a noche era testigo mudo de los sucesos al alcance de su vista. 

Su misión era una y la cumplía a cabalidad todos los días del año. Alumbrar el paso de los viajeros y esconder a los amantes entre las sombras.


 ホセ



13 de junio de 2016

Sufriendo por la Musa



Aquí estoy nuevamente, con la pluma en la mano y la inspiración bajo tierra. 

Sentado bajo una sombrilla a las nueve de la noche mirando el reflejo de las luces y los arboles sobre la superficie ondulada de la piscina del hotel.

La busco entre los arboles y no está, miro al cielo entre las estrellas y la luna, pero tampoco aparece. Me mezclo entre la gente con la esperanza de que en algún momento aparecerá su sonrisa, pero todo intento es en vano, no la encuentro.

Escucho el cantar de los grillos con la esperanza de descubrir su voz entre ese concierto melodioso que me transporta a otro mundo, pero no importa a que mundo viaje, sigo sin encontrarla.

Releo líneas antiguas pensando en descubrir una pista que me guié hacia su escondite, sin embargo solo queda su esencia en las letras, no hay indicio de su destino.

Mientras tanto ella me observa desde la oscuridad, desde el silencio. Ve mi desesperación y sin embargo me deja deambular entre temores e infiernos, pues ella sabe que no importa cuanto me demore, siempre la encontraré.


ホセ




12 de abril de 2016

Guerrera




Tal vez el destino, tal vez descuido o tal vez elección, la verdad es que por alguna razón se convirtió en una luchadora de por vida.
 
Un enemigo invisible la atacó, sin aviso, sin darle la oportunidad de preparase para una batalla justa. 

Golpeada por la espalda y ya en el suelo, no aceptó la derrota y ante la sorpresa de todos a su alrededor, se incorporó para seguir luchando.

No llevaba armadura, no montaba un brioso corcel, sin embargo en su alma albergaba una fuerza que la convertía en una luchadora infatigable.

Un ejemplo a seguir. No se cuantas veces ha caído, solo se que son muchas más las que se ha levantado.
  
 ホセ



22 de marzo de 2016

Una sonrisa


¿Cuanto cuesta una sonrisa? Le pregunté...

Sin levantar la cabeza me preguntó. ¿Para que quiere comprar una sonrisa?

Bueno le expliqué, soy un hombre muy ocupado y no tengo tiempo de aprender a sonreír  por lo tanto necesito comprar una sonrisa para usarla en caso de ser necesario.

Eso depende, me contestó ella. Si es una sonrisa para usar en cualquier ocasión, la tenemos que hacer a la medida y usted debe traerme todas sus caras. Su cara de tristeza, de enojo, de hambre, de desagrado, etc. Solo así yo podría fabricarle una sonrisa para toda ocasión.

Ese es un precio muy caro, le contesté, pues demandará mucho tiempo el investigar cuales son mis posibles caras. Además, ¿que pasaría si olvido una cara? ¿Existe algún tipo de garantía?

Ella me quedó mirando y se largo a reír. Su risa era espontánea, contagiosa. Surgía de la nada y por mas que yo trataba de descubrir su secreto, parecía no haber ningún artilugio que generará esa reacción que yo tanto buscaba.

Su risa era tan contagiosa que no tuve remedio más que echar a reír. Sentí sensaciones desconocidas, músculos que jamás había usado se ponía en marcha y me recordaban su presencia con tensión y dolor. Era una sensación nueva para mi.

En ese momento me di cuenta que solo basta observar a tu alrededor para sonreír.

ホセ






3 de marzo de 2016

El espejo mágico.



Aquella tarde mientras paseaba por la ciudad se detuvo a mirar en un puesto de venta de artesanía. 

Sin saber porqué, un espejo le atrajo en forma inmediata. Tan pronto lo tomó en sus manos, se transportó a un mundo que desconoció. 

Era un espejo mágico que no reflejaba su imagen. Al contrario, le mostraba como el mundo la veía y no como ella creía verse frente al mundo.

Desde ese día, dejó de vivir su vida atormentada por la imagen gris que tenía y empezó a vivir la vida en colores.

ホセ






18 de febrero de 2016

Rumbo




Era un mundo de sueños, donde el Norte no existe y las brújulas apuntan hacia el corazón de las personas felices.

Un día cualquiera, un visitante, sin saber como, llegó a ese lugar. Solo iba de paso, sin intenciones de quedarse.

Al pasar de las horas, tuvo una sensación de plenitud que jamás había esperimentado. Intrigado por aquella sensación decidio investigar de aquel lugar.

Vano fue su intento, pues aquel lugar no figuraba en ningún mapa y tampoco estaba documentado en ninguna guia de viaje.

Decidido a encontrar la razón de su forma de sentir y tomó rumbo a la biblioteca de la gran ciudad a buscar más información.

Empacó sus cosas, tomó la brújula y emprendió su viaje. Sin embargo, sin importar el camino que tomaba, irremediablemente volvía a la orilla del mar de aquel pueblo misterioso.

Luego de muchos intentos, se detuvo a mirar a su alrededor y descubrió a un anciano de blanca barba que le observaba desde la sombra de un árbol.

¿Porque no puedo salir de este lugar? Le preguntó al anciano. ¿Acaso he perdido mi rumbo?

El viejo le miraba sonriendo, sin decir palabra mientras jugaba con una rama haciendo dibujos sobre la arena. 

El viajero inició nuevamente su viaje y regresó al mismo lugar. Decidió buscar al anciano para interrogarle nuevamente, sin embargo éste ya no estaba.

Se acercó al lugar donde el viejo se sentaba para curiosear y se encontró escrito en el suelo lo siguiente:


No encontrar el camino no es perder el rumbo, no siempre las señales te llevan donde debes ir, solo tu corazón sabe donde realmente quieres ir...



ホセ



4 de febrero de 2016

Una aventura inesperada

Esa tarde, en una decisión inesperada, me detuve en el bar que se encuentra camino a casa, con el pretexto de hacer una pausa y tomar aire.

Fue en ese momento que la vi. Un encuentro inesperado. Bajo las luces tenues del lugar, ella brillaba con luz propia.

No se que me atrajo de ella, pero desde que la vi, mis manos no querían otra cosa que posarse en ella. Debía ser mía, sin importar el precio que tuviera que pagar por ella.

Nuestro encuentro fue una aventura nocturna inesperada. Sin saber como, me vi superado por esa fiera que sin piedad se apoderó de mi y me hizo beber hasta la última gota de su ser.

Más como toda fantasía llega a su fin, al pasar de los minutos la botella ya estaba vacía y llegaba el mozo con la cuenta.

Fue una dura vuelta a la realidad...

ホセ







3 de febrero de 2016

De vuelta al origen


Una gota se evapora suavemente desde la superficie del océano, camino hacia el inmenso cielo, donde sus compañeras la esperan pacientemente.

Una vez todas reunidas, dan inicio a ese largo camino, volando por los azules cielos y disfrutando del paisaje que se mueve bajo ellas.

Algunas, impacientes se dejan caer en un afán de regresar rápidamente a su origen, mojando todo a su paso en un baile desenfrenado.

Otras viajan lejos, hacia las montañas, donde heladas y convertidas en copos de nieve caen y descansan hasta que el sol las despierta e inician su retorno a través de ríos y cascadas al océano que las había visto partir.


ホセ

10 de noviembre de 2015

Recorriendo el cerro




Universitario, primer fin de semana que me quedaba en el puerto. 



Salí aquella tarde de sábado sin rumbo fijo, el cerro era desconocido, subí por laberintos de calles estrechas que me asustaban. 


Finalmente llegué a la cima y disfruté del atardecer sobre el mar que se perdía a lo lejos. 


Descendí sin brújula, llegaba a callejones sin salida, la oscuridad empezaba a cubrir mi sendero. 


Personajes misteriosos se cruzaban en mi camino y escaleras sin fin me invitaban a descubrirlas. 


Seguí mi instinto y mágicamente al doblar la esquina había llegado al plan, la plaza Echaurren apareció ante mis ojos.

ホセ

27 de octubre de 2015

Una conversación breve

 
¿Y esa cara hombre, porqué tan seco? 

Ya veo, tus amigos se olvidaron de ti y no te han llevado de copas. Así son los llamados amigos, basta que te ausentes por unos días y te olvidan. Ni de tu cumpleaños se acuerdan.

¿Y esa sonrisa?

Llevas los dientes como para hacer propaganda a un dentífrico. Yo en tu lugar no esbozaría la menor sonrisa a tus amigos que te han abandonando. Es mas, los buscaría para recordarles cuando juraron amistad eterna.

¿Porque tan callado?

Acaso no sabes que una de los placeres de esta vida es conversar, con una copa en la mano por supuesto.

Sabes, tu actitud me aburre, mejor me voy a beber solo a otro lado. Si parece que estuvieras muerto.


ホセ


Participación en #ancla2
Octubre 27, 2015

Libremente prisionero


Las luces de la ciudad en la lejanía intentaban sacarle de su letargo, sin embargo su mente volaba más allá del horizonte.

Prisionero tras las rejas de sus creencias luchaba por liberarse de las cadenas impuestas por su cultura, arraigada y marcada a fuego durante su infancia y adolescencia.

Soñaba con viajar mas allá de los prejuicios y descubrir un lugar habitado por gente variopinta, done la diferencia era sinónimo de igualdad.

Se sentía prisionero y a la vez ave libre. 

Prisionero de si mismo, pues era su miedo al cambio lo que le impedía liberarse.

Ave libre, porque su mente volaba sin control y mas allá de cualquier límite.

Algún día las alas de su mente lo sacarían de aquella prisión.

ホセ





22 de octubre de 2015

Volar...





Volando libre ante los prejuicios de este mundo corto de vista, el cual se empeña día a día en hacerle creer que ser diferente es malo.

Un mundo lleno de reglas no escritas que impiden germinar a todas aquellas semillas que llevamos dentro. Reglas implícitas que nos obligan a ser iguales sin saber porque.

Saca tus alas y vuela. Despega los pies del suelo y mira la vida de otra perspectiva.  Observa desde otro ángulo y veras un mundo diferente, escondido a los ojos de muchos...

Ella flotaba, sin importar la opinión de aquellos que no se atrevían a desplegar sus alas. Ella volaba y se sentía feliz de tener alas...


ホセ


Foto crédito de Isabel Carolina Padilla





12 de octubre de 2015

Equilibrio





Eterna búsqueda de ese punto en que se conjuga perfección y placer, sin embargo imposible de mantener para siempre.

Vidas dedicadas a encontrar ese punto exacto, ese instante soñado y cuando se logra, pasa tan rápido que no somos capaces de disfrutarlo.

Pequeños momentos de felicidad pasan desapercibidos, ensombrecidos por la búsqueda de ese "gran" momento.

No perdamos el equilibrio, pues una vez que la balanza se inclina, no hay vuelta atrás...


ホセ




27 de agosto de 2015

Triángulo


Ese mecer tranquilo, repetitivo, impasible e interminable de las aguas acariciando las rocas, es un bálsamo capaz de calmar a las mentes más exaltadas con solo minutos de observación detenida.

Pero no se engañen, toda la calma de las olas se desequilibra, cuando el viento acaricia las rocas más allá del alcance de las aguas.

Los celos del mar son incontenibles y liberan toda su fuerza y pasión elevándose hacia las alturas con la esperanza de llegar más allá de la orilla. Y aún cuando el viento es su eterno competidor por el amor de las rocas, se aprovecha de él para viajar y acariciar las rocas aunque sea por un instante.

ホセ

Un amor imposible


Dormido en las arenas del olvido, el último de los dragones respiraba lentamente para pasar desapercibido ante la mirada de los curiosos.

Dentro del castillo, en la torre más alta, la princesa miraba la escena y vivía en la esperanza que la leyenda fuera cierta y que algún día su amor iba a despertar para siempre.

El viento los acariciaba a ambos y por más que el hechizo solo se rompía en noches de luna llena, cada día él sentía los pasos de la princesa en el castillo y ella, ella podía sentir el latir casi imperceptible del corazón de su amado. Eso le mantenía con vida.

ホセ






12 de agosto de 2015

Recuerdos que no mueren



Cuatro sillas eran el mudo registro de un tiempo olvidado. Aquella terraza, hoy abandonada, antes bullía de actividad en las tardes de verano. Siempre que visitábamos a nuestros abuelos, era imperdible tomar el té de la tarde acompañado de aquel pan dulce que horneaba mi abuela. Todo era color, todo era alegría, imposible de olvidar. Un recuerdo marcado a fuego en mi memoria.

Hoy visité la casa, ya más de 30 años han pasado desde la última taza de té con pan dulce y por más que el tiempo ha marcado su huella, destiñendo las murallas y cubriendo el lugar con un manto gris, solo me bastó cerrar los ojos para sentir el aroma dulce, recién horneado y revivir aquellos momentos de mi niñez. 

Abrí los ojos y note un rayado en una de las murallas. Disgustado, fui a buscar un tarro de pintura para borrar cualquiera fuera la estupidez que habían escrito en mi rincón predilecto de la casa.

Al llegar al muro, mi enojo se disipo y simplemente me sonreí al leer escrito en el muro "El tiempo pasa, los buenos recuerdos nunca mueren"

ホセ

Relato presentado para #ancla2
Agosto 12, 2015