Esa tarde, en una decisión inesperada, me detuve en el bar que se encuentra camino a casa, con el pretexto de hacer una pausa y tomar aire.
Fue en ese momento que la vi. Un encuentro inesperado. Bajo las luces tenues del lugar, ella brillaba con luz propia.
No se que me atrajo de ella, pero desde que la vi, mis manos no querían otra cosa que posarse en ella. Debía ser mía, sin importar el precio que tuviera que pagar por ella.
Nuestro encuentro fue una aventura nocturna inesperada. Sin saber como, me vi superado por esa fiera que sin piedad se apoderó de mi y me hizo beber hasta la última gota de su ser.
Más como toda fantasía llega a su fin, al pasar de los minutos la botella ya estaba vacía y llegaba el mozo con la cuenta.
Fue una dura vuelta a la realidad...
ホセ
Si te dejó buen sabor de boca, seguro que una nueva fiera caerá en tus manos… ;-)
ResponderEliminarMuy bueno... Bsoss y feliz finde!
Esas fieras aparecen cuando uno menos las busca Ginebra, estaré atento a ese momento..
EliminarGracias por tus palabras