27 de agosto de 2015

Triángulo


Ese mecer tranquilo, repetitivo, impasible e interminable de las aguas acariciando las rocas, es un bálsamo capaz de calmar a las mentes más exaltadas con solo minutos de observación detenida.

Pero no se engañen, toda la calma de las olas se desequilibra, cuando el viento acaricia las rocas más allá del alcance de las aguas.

Los celos del mar son incontenibles y liberan toda su fuerza y pasión elevándose hacia las alturas con la esperanza de llegar más allá de la orilla. Y aún cuando el viento es su eterno competidor por el amor de las rocas, se aprovecha de él para viajar y acariciar las rocas aunque sea por un instante.

ホセ

Un amor imposible


Dormido en las arenas del olvido, el último de los dragones respiraba lentamente para pasar desapercibido ante la mirada de los curiosos.

Dentro del castillo, en la torre más alta, la princesa miraba la escena y vivía en la esperanza que la leyenda fuera cierta y que algún día su amor iba a despertar para siempre.

El viento los acariciaba a ambos y por más que el hechizo solo se rompía en noches de luna llena, cada día él sentía los pasos de la princesa en el castillo y ella, ella podía sentir el latir casi imperceptible del corazón de su amado. Eso le mantenía con vida.

ホセ






26 de agosto de 2015

Seguir adelante



A medio camino, 
decidiendo si seguir 
o dar marcha atrás, 
todos los días
busco la luz
al final del túnel.

Tal vez no deba
buscar el final
ni recordar el comienzo
sino tan solo
aprender del camino.

ホセ


Musa atrapada



Misteriosa y desconocida, atrapada entre los muros de pensamientos clásicos, día a día, la musa trataba de escapar del cautiverio que su artista le había impuesto.

Un día cualquiera, él soltó la pluma sin darse cuenta, sin una razón. Poco a poco ella sintió como se alejaba y ya no la buscaba. Cada día que pasaba, ella se desvanecía y se convertía en un débil recuerdo.

Lentamente perdía las ganas de jugar con las letras, escondía su mirada detrás de una máscara que la protegía de los números y ecuaciones que ganaban terreno en la cabeza de su artista. Desde un rincón, miraba como la razón superaba a la pasión. Como la seriedad y el orden opacaban la fantasía.

Los días pasaban y por más que ella presentaba fiera resistencia, iba perdiendo terreno inexorablemente. La lógica ganaba espacio y finalmente no le quedó otra opción que esconderse en un viejo armario donde nadie la molestaría.

Pasaron los dias, las semanas, los meses y los años. Ella sobrevivía en la esperanza que sus fantasías susurradas al oído fueran fuente de inspiración una vez más.

Un día escuchó un sonido familiar, algo que creía olvidado. El inconfundible sonido de la pluma rasgando el papel la había despertado de su letargo. 

Era un sonido desafinado, sin armonía pero en esencia había algo en esa melodía deforme que ella sentía suyo.

Se asomó con temor, con movimientos gráciles emergió del armario que había sido su guarida por mucho tiempo. 

Aún llevaba la mascara, pues no quería que nadie más la reconociera. Se escabulló entre la razón y la lógica, saltó ágil esquivando ecuaciones y conjeturas hasta llegar al oído de su artista.

Estaba nerviosa, temía no ser reconocida, sin embargo, tomó fuerza, respiró hondo y dejó fluir su aliento al oído de ese hombre.

Suavemente la pluma iniciaba una sinfonía sobre el papel, con total armonía de movimientos inspirados por aquella musa que era liberada de su encierro y renacía en gloria y majestad.

ホセ



Fotografía crédito de mi amigo Jorge Mariscal. 

www.facebook.com/mariscaldefotos




23 de agosto de 2015

Entre líneas




Entre letras dibujo
tus curvas en mis versos,
plasmando tu cintura
entre comas y puntos.

Tu piel convertida
en armoniosas rimas,
deleita mis ojos
mientras escribo.

Palabras entrelazadas
cual cabellos trenzados
coronan estas líneas
entre las cuales vives.

ホセ


20 de agosto de 2015

La chica de los globos.


Era una noche como cualquiera, en realidad no tan cualquiera, pues su día había sido de esos para olvidar. Malas noticias en el trabajo, poco tiempo para almorzar y para rematar el día, un accidente de tránsito. De aquellos días para olvidar.

Ya se aprontaba a dormir, cuando sintió la imperiosa necesidad de acercarse a la ventana y mirar hacia la calle. Vivía en el tercer piso de un edificio del casco viejo de la ciudad. Era cerca de la medianoche, no muchos autos había a esa hora y solo algunos transeúntes aún recorrían el lugar.

La noche estaba tibia, cosa rara para aquel día de invierno, sin embargo abrió la ventana y permitió que la tibia y suave brisa acariciara su cara. Cerró los ojos y se dejó llevar por esa agradable sensación.

Un ruido le sacó de su trance. Miró hacia el interior de su habitación y vio una serie de luces de colores que invadían el espacio.  Colores alegres que no podía explicar de donde venían, ya jugaban sobre las murallas, las cortinas y los muebles de la habitación.

Con una mezcla entre alegría y miedo, se paró en medio de la habitación para observar en detalle el espectáculo que se presentaba ante sus ojos. Se debatía entre disfrutar el momento y tratar de averiguar que estaba pasando.

Mientras miraba a su alrededor, se percató que una chica estaba sentada en el sillón de su habitación. ¿Como había entrado? No lo entendía, pues estaba consciente de haber cerrado con llave las puertas de su departamento.

No te asustes, le dijo la chica, no soy ladrona ni asesina. Mil ideas volaban por su mente en ese momento, desde quién era hasta cómo deshacerse de ella.

¿Que buscas aquí? le preguntó. Estoy aquí para regalarte algo, le contestó ella con una sonrisa.

Quedó confundido, no sabía que contestar ni que hacer. Relájate le dijo ella, quiero regalarte una sonrisa. Una sonrisa especial, que no olvidarás, que nunca te dejará. Una sonrisa que te hará ver las cosas de otro color y te permitirá ver aquello que los otros no ven. Úsala cuantas veces quieras, pues esta sonrisa no se gasta, simplemente se hace más potente cada vez que la usas.

Él seguía sin entender las palabras de esta joven desconocida. Ella le miraba con ternura y le sonreía, al tiempo que le decía, "la felicidad es como un manojo de globos, si se te escapan sentirás que has perdido algo, sin embargo el mundo esta lleno de globos, incluso en los rincones menos esperados".

Se quedó pensando en aquella frase y le quiso preguntar que significaba, sin embargo, cuando buscó a su interlocutora, ésta había desaparecido junto con las luces que llenaban la habitación.

¿Había soñado? No estaba seguro, tal vez sí. 

Abrió la ventana para dejar entrar el aire frío de invierno a su habitación y sacudirse de aquel extraño sueño. Ya era tarde y debía dormir, pues un largo día de trabajo le esperaba.

Ya más repuesto y calmado, fue a cerrar la ventana.  Mientras lo hacía, vio a una mujer joven que se alejaba con un manojo de globos de brillantes colores en su mano y los soltaba uno a uno. En ese momento y como por arte de magia, una sonrisa se dibujaba en sus labios.

ホセ










14 de agosto de 2015

Me Presento


Ingeniero de profesión,

enamorado de mi mujer,
poeta por afición 
y amante de las sirenas.

Trabajador de los números,
disfrutador de las letras,
viajero incansable
de los mares y los sueños.

Amarrado a la tecnología,
adorador de la pluma y el papel,
entre mundos me divido 
y una parte vive aquí.

En las letras me refugio
disfrutando de su compañía
les invito a leerme,
por mis locuras me conoceréis.


ホセ

Imagen credito de Verónica, la mujer que me acompaña en todas mis locuras y corduras.

Deseo


Mi piel se eriza 
cuando estás frente a mi. 
Cada vez se siente como la primera. 
Los nervios me consumen, 
no se si podré evitarlo. 

Me seduces, 
me hipnotizas, 
haces que pierda la cordura. 

Mis manos inquietas 
te acarician,
mis labios 
anticipan 
saciarse de ti, 
de tu sabor. 

Sin ya poder evitarte, 
te acerco a mis labios 
para finalmente disfrutarte...
mi deseada copa de vino.

ホセ

12 de agosto de 2015

Recuerdos que no mueren



Cuatro sillas eran el mudo registro de un tiempo olvidado. Aquella terraza, hoy abandonada, antes bullía de actividad en las tardes de verano. Siempre que visitábamos a nuestros abuelos, era imperdible tomar el té de la tarde acompañado de aquel pan dulce que horneaba mi abuela. Todo era color, todo era alegría, imposible de olvidar. Un recuerdo marcado a fuego en mi memoria.

Hoy visité la casa, ya más de 30 años han pasado desde la última taza de té con pan dulce y por más que el tiempo ha marcado su huella, destiñendo las murallas y cubriendo el lugar con un manto gris, solo me bastó cerrar los ojos para sentir el aroma dulce, recién horneado y revivir aquellos momentos de mi niñez. 

Abrí los ojos y note un rayado en una de las murallas. Disgustado, fui a buscar un tarro de pintura para borrar cualquiera fuera la estupidez que habían escrito en mi rincón predilecto de la casa.

Al llegar al muro, mi enojo se disipo y simplemente me sonreí al leer escrito en el muro "El tiempo pasa, los buenos recuerdos nunca mueren"

ホセ

Relato presentado para #ancla2
Agosto 12, 2015

7 de agosto de 2015

La belleza de la playa



Mujer de arena
te deshaces en mis brazos,
cuando trato de retenerte
te escurres entre mis dedos.

Jamas comprendí,
que nunca fuiste mia
sino que eras parte
de la belleza de la playa.

ホセ

Lluvia de letras



Esa mañana al levantarme, el día estaba más oscuro y gris de lo normal debido a la incesante lluvia que caía. Normalmente trabajo desde casa, pero hoy tenía una serie de reuniones coordinadas que me obligaron a salir a la ciudad en un peregrinar que la verdad, no me entusiasmaba para nada.

Tome el auto, salí de casa y me dirigí a mi primer destino. El camino junto al mar me entregaba un lindo espectáculo de la furia del mar desatada contra las rocas, convirtiéndose en una columna de espuma alba que se elevaba con la fuerza de un volcán y luego caía suavemente.

Llegando a la oficina de mi primer cliente, su secretaría me informa que el Sr. Muy Importante estaba atrasado por lo que tendría que esperar. 

Por suerte la ventana de la sala de espera tenía un gran ventanal que apuntaba hacia el cielo gris que lloraba incesantemente.

Absorto en como el viento desplazaba las nubes me evadí de la realidad de mi espera tratando de buscar formas en las nubes como lo hacía en mi niñez. Difícil tarea pues las grises nubes de lluvia no se prestan al juego de dejarse moldear por el viento. 

Repentinamente, en un movimiento extraño, al menos para mi, las nubes se abrieron para dar paso a un rayo que iluminó el ambiente. Pensé que la tormenta estaba pasando y que un rayo de sol había logrado atravesar las nubes, sin embargo, grande fue mi sorpresa al ver apareces una letra A de color amarillo intenso entre las nubes. Me llevé las manos a mis ojos, restregándolos pues pensé que el cansancio de la noche anterior me estaba jugando una mala pasada.

Al abrir los ojos nuevamente, miles de letras de distintos colores, tamaños y formas inundaban la escena. Caían desde las nubes grises, iluminando el cielo, confundiéndose con las gotas de lluvia, formando palabras que nunca había leído pero que sin embargo tenían un profundo significado para mi. Era como estar leyendo en un idioma desconocido y entenderlo perfectamente. 

Las letras caían al suelo, rebotaban y se enredaban en las ramas de los arboles mecidos por el viento.

La lluvia arreciaba, las letras formaban charcos multicolores de significados ocultos. Ríos torrentosos de palabras entrelazadas fluían ante mi. Era un espectáculo delicioso y lo estaba disfrutando.

Sin aviso previo, el viento arreció y una estrofa completa golpeo el ventanal, destrozándolo en mil pedazos que caían frente a mi. Las letras entraban al edificio sin control, me empapaban, corrían sobre mi cara. Era un momento combinado de asombro y placer. 

Nunca había sentido las letras perméando mi piel y llegando a mi sangre. Estaba empapado y lo estaba disfrutando como lo hacía antes de crecer y convertirme en un adulto más.

Con los ojos cerrados disfrutaba de las letras cayendo en mi cabeza y en mi cara hasta que sentí la mano de la secretaria de Don Muy Importante que me sacaba de mi trance y me volvía violentamente a la realidad.

Había sido un sueño, un sueño demasiado real.

Continué mi día con el calendario de reuniones, entre esperas, café y cada vez que podía miraba hacia el cielo en busca de mis letras, pero nada, solo gotas de lluvia se descolgaban de las grises nubes.

Al llegar a casa, fui a mi escritorio para preparar mis cosas para el día siguiente, cargar mi computador y revisar mi calendario. Mientras abría mi cuaderno de notas sentí caer algo sobre la mesa. Mi asombro fue mayúsculo pero menor que mi felicidad al ver una pequeña poza de letras que chorreaba desde las hojas mojadas del cuaderno... mi sueño había sido real.

ホセ

5 de agosto de 2015

Letras perdidas



Siempre me he preguntado, qué destino tienen esos golpes de teclado que inadvertidamente damos cuando el cursor no esta debidamente posicionado en un cuadro de texto.

Cuando me sucede eso, mi primer impulso es maldecir por no haber advertido la situación y tener que volver a escribir ese texto. Hoy sin embargo decidí investigar...

Esas letras, originalmente destinadas a un texto elaborado, hoy se amontonan en un cerro desordenado imposible de descifrar. Fragmentos inconclusos, frases a medias que murieron en el olvido de su autor. 

Que suerte más negra para aquellas letras que fueron desterradas a la marginalidad, sin tener ellas culpa alguna.

Ellas se juntan en interminables tertulias conversando en un idioma complejo, inentendible para el resto de los mortales. Miran con nostalgia aquellos versos y estrofas de las cuales pudieron haber sido parte.

No todo está perdido para ellas. Su autor puede salvarlas de ese purgatorio eterno, simplemente tomando el teclado, invirtiéndolo y sacudiéndolo sobre la mesa. 

En ese momento, las letras perdidas serán liberadas de su purgatorio y volarán por los aires para alimentar a diversas musas y convertirse a través de ellas en estrofas destinadas a ser leídas.

ホセ

3 de agosto de 2015

Un día más



Las nubes de la tarde eran grises, sin embargo el sol bajando sobre el horizonte soltaba esos últimos rayos multicolores que teñían la atmósfera en colores que iban desde los amarillos hasta los rojos en una cadencia dinámica que cambiaba segundo a segundo. Un espectáculo difícil de evitar, que hipnotizaba y atrapaba. Imposible pestañear si no se quería perder la continuidad del espectáculo.

Finalmente, el sol despararecio entre la franja de nubes y el mar, marcando el tiempo de caída del telón de un bello espectáculo que se repite día a día sin que lo podamos evitar.

Así terminaba un día más...


ホセ

Mente libre



Una lampara de cuatro hélices que giran en sentido contrario a las manecillas del reloj de arena que uso para contar los minutos de cocción de los huevos de hormiga cosechados del desierto del Caribe en el cual disfruto de fabricar una escultura de hilo traído de los Andes europeos.

ホセ

1 de agosto de 2015

A orillas del mar


Tal vez es una sirena
que disimula su canto
entre el murmullo de las olas
quien me atrae sin remedio
a la orilla del mar.

Tal vez son sus caricias
las que me reconfortan
cada vez que siento
romper las olas 
en mis pies descalzos.

Tal vez es su personalidad
reflejada en la violencia
de un temporal
lo que me obliga 
a detenerme y observar.

Tal vez es su cara
que se dibuja
en la espuma
lo que me hace 
volver a buscarla.

Tal vez cuando 
termine mis dias
y arrojen mis cenizas al mar

finalmente podremos
encontrarnos nuevamente.

ホセ